Antes de empezar, matizar dos cosas:
- Los he metido en la categoría de galletas ya que como veis en las fotos, no es un roscón tipo bollo como el de Reyes, sino que sabe y tiene la textura de galleta.
- Son de Miel, pero son de Muel. No, no es un juego de palabras. Un día llamé a una de mis tías para que diera otra vez la receta del roscón de Muel (nuestro pueblo), pero cuando fui a hacerla decidí innovar en el último momento añadiendo miel.
Siempre hago las recetas con la ayuda de mi mini chef (esa manita que veis en las fotos del paso a paso), pero esta vez él hizo todos. Como veis son muy fáciles de hacer y con ingredientes muy básicos.
INGREDIENTES
- 4 Huevos
- 250 gr. Aceite
- 350 gr. Azúcar
- 1 Kg. aprox. Harina
Adicionales/fusión:
- 1 cucharada de canela
- 3 cucharadas de miel
PROCEDIMIENTO
- Precalentamos el horno a 180°C
- Batimos con las varillas los huevos y el azúcar hasta que empiece a blanquear.
- Incorporamos el aceite y batimos
- Añadimos la miel
- Tamizamos con un colador la harina y la canela y batimos hasta que las varillas les cueste moverse.
- Echamos harina en la encimera, pasamos ahí la masa y empezamos a amasar. La cantidad de harina es aproximada, hasta que deje de pegarse a los dedos.
- Cuando ya la tengamos, hacemos bolas de un tamaño similar y, la parte favorita de mi hijo, metemos el dedo dentro de la bola y dibujamos círculos (ver foto) veréis que se empiezan a formar los roscones.
- Los pasamos a una bandeja de horno con papel de horno(o albal) y horneamos a 180°C, 20 minutos.
- Enfriar en una rejilla y... ¡listos para comer!
El sabor es como una súper galleta. Y si además tienes un bebé en casa como yo, puedes repetir la receta reduciendo la cantidad de azúcar y dárselo para esa fase que todos tienen de dentición y pan (si eres madre sabrás de qué te hablo). Les encanta porque les recuerda a los aros que tienen para jugar, no hay riesgo de atragantamiento y para ellos es muy fácil de coger por la forma de rosco.